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EJERCICIO A ALTAS TEMPERATURAS: PRECAUCIONES A TENER EN CUENTA

El verano es una época del año en la que muchas personas deciden hacer ejercicio. Eso es una gran noticia pero con las altas temperaturas hay que tener un especial cuidado y realizar los entrenamientos en horas y lugares adecuados, vestir una ropa adecuada y tomar precauciones con respecto a las sensaciones que nos indica nuestro cuerpo en cada momento.

Lo imprescindible para evitar cualquier riesgo y entrenar de la mejor manera posible es recomendable destinar un tiempo de 10  o 15 días de acondicionamiento a las altas temperaturas, iniciando el ejercicio de manera gradual y progresiva e incrementando paulatinamente la intensidad; pautar los entrenamientos a las horas de menor calor; evitar los ejercicios de alta intensidad y mantener una adecuada hidratación antes, durante y después del entrenamiento junto con una correcta alimentación.

ELIGE LAS MEJORES HORAS Y EL SITIO DONDE VAS A REALIZAR TUS ENTRENAMIENTOS

El mejor consejo que puedo dar es el de no realizar ejercicio físico con altas temperaturas. Al aire libre, los 20º – 24º C se consideran buenas temperaturas para el entrenamiento, empezando a ser peligroso entrenar a partir de los 32º C, agravándose con altas humedades.

Los lugares en los que realicemos los entrenamientos deben ser frescos, ventilados y con una sombra apropiada.

Hay que buscar horas en las que se den las circunstancias más favorables y evitar las horas extremas del día como es el periodo comprendido entre las horas centrales 12:00 a las 17:00.

Otras opciones que podemos barajar para realizar ejercicio es practicarlo en el medio acuático, es divertido y nos mantendrá fresco en todo momento

ROPA ADECUADA

Con respecto a la ropa, debe ser de color claro, transpirables y de secado rápido dry fit, preferentemente de mangas y pantalón corto así como gorra protectora y gafas solares, mientras que el calzado ha de ser cómodo, ajustado y adecuado a la superficie en la que entrenemos.

Además de este tipo de vestimenta, hay que proteger las partes del cuerpo que quedan al aire mediante la aplicación de cremas protectoras de alto factor solar.

MANTENTE HIDRATADO ABUNDANTEMENTE

Para hacer deporte tenemos que hidratarnos antes de tened ser, por lo que durante el ejercicio, beber agua cada 20 – 30 minutos aproximadamente.  En general, “beber agua (500 ml) en las dos horas previas al entrenamiento, reposición con agua durante el entreno si éste es menor de una hora y con bebidas isotónicas si la supera o es de alta intensidad, y reponer en la hora siguiente a la finalización. 

No todos los líquidos son buenos, por lo que habría que evitar las bebidas alcohólicas y aquellas que contienen entre sus ingredientes los estimulantes, como la cafeína y la taurina, porque con ellas, la deshidratación se produce de forma más rápida.

¿COMO GESTIONA NUESTRO CUERPO EL ENTRENAMIENTO EN VERANO?

La deshidratación que podemos sufrir al practicar deporte con altas temperaturas presenta una serie de síntomas. Los mareos, las náuseas, las alteraciones del ritmo cardiaco y los calambres musculares son una indicación para acudir a zonas de sombra e iniciar la toma de líquido. Además de estos síntomas, también podemos sufrir un golpe de calor que exigirá la atención de un profesional sanitario.

Nuestro cuerpo desprende el calor, y la mejor manera es realizando un correcto enfriamiento tras la finalización de la parte principal del entrenamiento mediante la realización de un periodo de ejercicios de vuelta a la calma con disminución progresiva de la intensidad y ajustándolos a la actividad realizada. Además, otro mecanismo que nuestro organismo tiene para expulsar el calor es la rehidratación, siempre que se realice de forma adecuada.

PERSONAS CON MÁS RIESGO

Entrenar con las temperaturas tan altas en estas fechas puede suponer un problema en personas  con determinadas patología de base,  o ser por sí misma la causa de determinadas enfermedades. Así, la deshidratación puede afectar de manera importante a personas con alteraciones en la termo-regulación que les puede hacer más propensas a calambres y a otras lesiones musculares esqueléticas. Más personas que deben tener un especial cuidado a la hora de entrenar en verano son aquellas que padecen alteraciones de la tensión arterial, problemas cutáneos o alergias  a su propio sudor.

Por su parte, el golpe de calor lo pueden sufrir personas de edad avanzada, con mala forma física, con antecedentes de enfermedades cardiovasculares, obesidad y aquellas que ingieren alcohol o tienen susceptibilidad individual.

Como conclusión podemos decir que el verano es una época extraordinaria para hacer ejercicio, pero debemos llevar a cabo todas las medidas de seguridad para no sufrir ningún problema ocasionado por el calor.